Como explica el Ayuntamiento de Berga en la web de la Feria de Mayo, «las ferias son unas reuniones periódicas, generalmente anuales, para exponer y vender mercancías que toman empuje desde la edad media. La concesión para hacer una feria era una prerrogativa real, por lo tanto, era el rey quien, por medio de un privilegio, concedía a ciudades, villas y pueblos la posibilidad de su organización, a la vez que ponía bajo su protección o guía todas las personas y mercancías que iban y venían».
En 2019, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Berga propuso a Muros de Bitácora realizar, por la Feria de Mayo de ese año, un mural que hiciera memoria sobre el pasado minero y textil de la villa. El objetivo era homenajear y poner en relevancia su pasado obrero. Una vez más, el encargo llevaba la voluntad de destacar el papel de la mujer en el relato de la memoria colectiva. Gracias a que se nos facilitó el acceso a archivos privados de fotografías de todo el Berguedà se pudo hacer un bonito trabajo de documentación previa. La intervención resultó de alta complejidad por las características del espacio, ya que el acceso al muro era desde una escalinata, finalmente, tras varios tropiezos e inclemencias meteorológicas, hicimos buena la frase de que todo va bien si bien acaba.