Aplastemos el fascismo

Can Batlló, Barcelona, 2019

Esta intervención fue una obra con dos objetivos paralelos. Por un lado un homenaje al fotógrafo Pere Català Pic y su obra por el Comisariado de Propaganda de la Generalidad de Cataluña, creado en 1936. Por otra parte, el objetivo intrínseco a la obra de visibilizar y promover el antifascismo en las calles.

La producción de este mural no respondía a ningún encargo vinculado directamente al contenido pintado. Roc Blackblock fue invitado a participar de un vídeo musical del grupo «Lágrimas de Sangre», querían grabar el artista urbano mientras pintaba un mural, para incluir algunos fragmentos en el videoclip. Roc aprovechó la ocasión para llevar a cabo este homenaje, y hacerlo en Can Batlló, sabiendo que la obra sería bien acogida allí y el mensaje compartido por todos los usuarios/as del espacio.

Como anécdota de la intervención, cuando se publicó en las redes sociales, se generó un interesante debate sobre si era oportuno o contraproducente pintar simbología fascista, aunque fuera rota o pisada. Algunas voces proclamaban que no se debe dar visibilidad a esta simbología ni siquiera para negarla y rechazarla. En este caso, el hecho de representar una obra de marcado carácter histórico e icónico del antifascismo, quedaba justificado, sin embargo el argumento no está exento de su lógica.

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