Orígenes, «Les remendadores»

San Carlos de la Rápita, Tarragona, 2020

Orígens es un acto cultural y festivo realizado en San Carlos de la Rápita que reivindica el pasado más reciente del pueblo.

El hecho rapiteño explicado por los rapiteños a locales y foráneos. A lo largo de un fin de semana se pone de relieve la singularidad económica y social de la población a inicios del siglo XX. Unas singularidades representadas por dos grupos sociales: los pescadores y marineros. Por un lado y el mundo campesino y por otro el ganadero, así como todo lo que gira alrededor de estas dos. Las actividades que se llevan a cabo van desde talleres de recuperación de técnicas de pesca, degustaciones de la cocina tradicional, conciertos, vestimentas, aperos y caracterizaciones tradicionales y muchas más actividades culturales protagonizadas por los mismos rapiteños.

Promoción y divulgación de la cultura popular

En la cuarta edición, realizada en 2020, dadas las circunstancias provocadas por la Covid-19, muchas de las actividades fueron suspendidas. Como fórmula alternativa a los eventos multitudinarios, se contó con Muros de bitácora para realizar dos intervenciones murales en el barrio marinero del «Chicago». Para conceptualizar, definir y desarrollar la propuesta, Muros de bitácora contó con el apoyo, orientación y asesoramiento del equipo de Orígenes (historiador, concejal de cultura, miembros de las entidades locales …). Añadiendo a las dinámicas propias de Orígenes pudimos acceder a fuentes documentales del pueblo y llevar a cabo una intervención que fue complementada con unos textos elaborados por el autor local Miquel Reverté. Durante los días de ejecución de la obra varios grupos de la escuela pública visitaron la intervención, teniendo ocasión de interactuar con el artista y hacerle preguntas sobre la misma y su actividad, una vez finalizada se puso en marcha un concurso fotográfico en el que se invitaba a hacerse fotos con las ropas tradicionales, uno de los aciertos del festival en la promoción y divulgación de la cultura popular es poner a disposición de todos aquellos que lo deseen los patrones e indicaciones para la confección de las vestimentas tradicionales, el éxito de la iniciativa se puede comprobar por las calles de la Rápita durante la celebración de Orígens.

Las protagonistas

Una de las muchas experiencias bonitas de esta intervención fue el impacto que generó en la gente mayor del pueblo, una vecina nos hizo el relato de las protagonistas de la escena pintada, compañeras de su infancia, personas cercanas y queridas, gente del pueblo. A continuación hacemos transcripción, ya que este es el gran valorar de la actuación, haber provocado un alud de recuerdos y anécdotas compartidas al pie de los murales.

«Esta imagen se ha convertido con un icono del barrio del Chicago y de la Ràpita. La fotografía está tomada en la calle San Roque desde el lado del canal de la Paca hasta la calle Santa Eulalia. Los detalles son a partir de los recuerdos de mi madre Elvira Navarro Sancho. Ella nació en la calle San Roque, número 47, del barrio del Chicago de la Ràpita un 28 de abril de 1949, en la casa que tiene la puerta justo a la derecha de la fotografía. Es hija de Camilo Navarro Castellano y Concepción Sancho Roig (Concha ‘La Mea’). Reconoce a la perfección las casas de la fotografía y las personas que hay.
Según me cuenta, en la primera línea de casas, de derecha a izquierda, la número 47 (primer piso), es la casa de los ‘Hermanos’ de German Navarro y Camilo Navarro y las respectivas mujeres Pepita y Concha ‘Las meas’. Pepeta i Contxa eran hermanas y se casaron con los hermanos German y Camilo. Se conocieron en la taberna de Camilo Castellano (abuelo de los hermanos), ubicada al final de la primera línea de casas desde el canal, cerca de la línea de mar, en la calle San Rafael (paralelo del San Roque) donde venían vinos, pero tenían de todo.
En la planta baja del número 47 vivía Doloretes La Florencia ‘, casada en Juan’ Lo Garrofero ‘. Junto la casa de la tía Cinta ‘La Carbonera’ (que venía carbón y aceite) y Jaume, y la seguía la casa de Ángeles ‘La Cartuchana’, la casa de la tía Fina ‘La Gansa’, la casa de Lola la Cojones ‘, la casa de Matilde’ la Modista ‘, la casa de’ Las Canónigos ‘y de la señora Mercedes (1er piso) y en la casa esquinera, con calle Chicago, la del hijo de Juan’ el Garrofero ‘.
En la segunda línea de casas, entre el tramo de la calle Chicago y Santa Eulalia, la casa de ‘Las Suizas’ (casa alta), junto Lola ‘La Meregilda’, seguía la casa de Paca ‘La Ernesta’, la casa de ‘La Cariño’, y en el primer piso vivía Cinteta La frijol ‘y José. Mi madre no recuerda con exactitud el orden a partir de ahí. Sin embargo, algunas de las casas eran de las familias siguientes: la casa de Teresa ‘La Solina’, la casa de Pepita ‘La de los dito’, la casa de Cinta La Rampón ‘, la casa de Angelina’ La Moya ‘(que venía leche), la casa natal de Sebastià Juan Arbó, la taberna del’ Moyo ‘y en la casa esquinera con la calle Santa Eulalia Aurèlia’ la Bala ‘.
Fuera de fotografía, frente a la segunda línea de casas estaba la tienda de comestibles de Paca ‘La Cartuchana’ y el tio Sisco ‘Lo Badesi’, junto la tía ‘Mena’, la casa de ‘La Mariotxa’ en la planta baja y ‘la Redonda’ en el primer piso, y la última casa, esquina con Santa Eulalia, la casa de María ‘la del canal’ mujer del guarda del canal y las Casotes (Museo del Mar del Ebro). En el cruce de la calle San Roque en Santa Eulalia, la casa del fondo de la calle que se observa en la fotografía, la tienda de comestibles de Manuela ‘La Pita’. Recordar que el ilustre escritor Sebastià Juan Arbó, situó las Tierras del Ebro en el imaginario catalán.
En cuanto a las personas que aparecen en la fotografía, en un primer plano hay dos mujeres ‘remendar las SARC’ (abonando las redes), la de la derecha, sentada en una silla de enea, es Pepita ‘La Mea’ (tía de Elvira Navarro) y la de la izquierda es Lolin ‘la Cojones’. En un segundo plano, de las dos que hay de pie, la de la derecha es Montse ‘La Nasa’, que siempre iba descalza, y la de la izquierda es la gemela de ‘muelle’. En un tercer plano, casi a la altura del cruce de la calle San Roque con Chicago, hay niñas y niños con un hombre y la máquina (bicicleta).
Como curiosidad, en la puerta del San Roque número 47, la de la derecha de la fotografía, la cerradura era una mano de mortero que pasaban por un agujero en la puerta y la pared.
Antiguamente para celebrar la festividad de San Roque se bajaba el santo de la capilla y se colocaba a un altar a pie de calle que se ornamenta, la gente de las casas vecinas preparaban chocolate cocido y el repartían los demás. Ahora para la fiesta de recreación histórica de «Orígenes» se ha recuperado esta tradición. Se baja el santo, y las vecinas y vecinos lo colocan en un altar que ornamentan y cantan versículos en Sant Roc. A continuación unos de ejemplo:
San Roque Tiene una llaga, muy viva y muy encarnada, y la gente que pasa, Tiene dolor de mirarlo.
San Roque de Montpellier, médico de medicina, patrones de los labradores, y també de la marina, y ahora diremos todos, viva Jesús y María! «

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