Centenario del Casino de Trubia.
Forjando comunidad.
En el marco del «Parees, Festival de intervenciones murales de Oviedo», se propuso la realización de una actuación en la localidad de Trubia (perteneciente al consejo de Oviedo) que conmemorara el centenario del Casino. La ubicación del pueblo al margen de la confluencia de los ríos Nalón y Trubia y única entrada al «Valle del Oso» la convirtió en el emplazamiento perfecto para la industria. El acceso ilimitado al agua, el río como vía de transporte desde las minas, el entorno boscoso que proveía de leña, el valle cerrada que facilitaba la defensa… Todos estos aspectos hicieron que en 1794 se escogiera Trubia como sede de la «Fábrica Nacional de Armas» El pueblo se convirtió en una colonia de trabajadores, familias y comercios asociados a la fábrica. La fábrica resultó ser una industria de referencia, no solo a nivel nacional, sino también europeo. Por otra parte, la fábrica dio singularidad al pueblo, que en el siglo XIX ya contaba con teatro, casino, escuela de idiomas, coral, banda de música, equipo de fútbol y centros educativos que formaron especialistas industriales reconocidos y valorados en todo el mundo
Gracias a las gestiones del Parees, pudimos contactar con vecinos del pueblo que nos ilustraron y orientaron sobre la idiosincrasia del pueblo y del Casino, del que ese año fue su Centenario. El Casino de Trubia fue un aglutinador de actividades sociales y culturales importantísimo, un espacio de encuentro y cohesión de la comunidad, que alojaba la banda y otras entidades sociales, lúdicas y culturales. Estas características son las que se reflejaron en el mural, así como lo referente a la fundición y siderurgia, primeros estadios de todo lo que se producía en la localidad.
Gracias a las gestiones del Parees, pudimos contactar con vecinos del pueblo que nos ilustraron y orientaron sobre la idiosincrasia del pueblo y del Casino, del que ese año fue su Centenario. El Casino de Trubia fue un aglutinador de actividades sociales y culturales importantísimo, un espacio de encuentro y cohesión de la comunidad, que alojaba la banda y otras entidades sociales, lúdicas y culturales. Estas características son las que se reflejaron en el mural, así como lo referente a la fundición y siderurgia, primeros estadios de todo lo que se producía en la localidad.