La iniciativa de realizar un mural que ejerciera de altavoz de las reivindicaciones de Salvem lo Montsià (Salvemos el Montsiá) fue un proceso cocinado a fuego lento, fruto de las complicidades y afinidades.
Fueron necesarias muchas gestiones de Salvem lo Montsià para poder llevar a cabo la producción de este mural, de forma totalmente autónoma y autogestionada.
La propuesta llegó en clave de memoria histórica, el mismo colectivo facilitó el material documental. El mural está inspirado en una fotografía de Joan Sorlí «Tribulete», un aficionado a la fotografía que en marchar hacia Inglaterra en los años cuarenta dejó un gran legado fotográfico que retrataba actividades cotidianas de sus tierras, fiestas populares, etc.
En este caso, la fotografía es de dos recolectoras de aceitunas. La elección de esta imagen ha sido una forma también de valorar y reivindicar el papel, a menudo invisibilizado, de la mujer en el medio rural.
El proyecto tenía tres objetivos:
– Hacer patente la reivindicación (Defendemos la agricultura y los olivos)
– Dignificar y embellecer un rincón del pueblo
– Llevar a cabo un ejercicio de memoria colectiva que homenajee a las mujeres campesinas y trabajadoras, a quien ama la vida y defiende la tierra. Un acto de reconocimiento de los orígenes del pueblo.
Salvem lo Montsià
Salvem lo Montsià es una plataforma para la defensa de la sierra de Montsià y su entorno, que en los últimos tiempos está trabajando para combatir el expolio de olivos milenarios. El valor histórico, patrimonial y natural de este recurso tiene también una dimensión social y cultural, ya que el vínculo de estas tierras al cultivo de los olivos es de raíces profundas y antiguas. A pesar de que se ha comenzado a regular y legislar la protección de los olivos, desde la Plataforma se reclama una protección de mirada global: para hacer una defensa real de este patrimonio hay que apoyar la agricultura, no imponerle sanciones por una posible venta sino ayudándola para que no se encuentren en la diatriba de elegir entre la conservación de olivos y la misma supervivencia económica (la precariedad del sector es casi crónica). La conservación de esta actividad y propiciar que sea sostenible es una responsabilidad de todos.
Este proyecto ha sido posible gracias a la constancia y perseverancia de Salvem lo Montsià, (ya sabéis, quien quiere busca los medios, quien no quiere busca excusas), el material fotográfico documental facilitado por Foto-Vídeo Millan y el apoyo y acogida de todo el pueblo a la iniciativa.