CONTEXTO HISTÓRICO

Una colaboración con Salomó Marques Sureda

Años antes de la República (1931) en nuestro país ya existían algunas escuelas (públicas y privadas) que practicaban una enseñanza renovadora con el convencimiento de la importancia que tenía la educación por el cambio social. Sin embargo, será con la República que se producirá un cambio profundo a favor de una escuela renovadora para transformar el país. Conseguir que los escolares pasaran por ser súbditos a ciudadanos.

Las palabras del primer ministro de Instrucción Pública, Marcelino Domingo, en abril de 1931 son significativas: Borrar la desigualdad más irritante, más injusta y más perturbador que existe: la desigualdad ante la cultura. Necesitamos una escuela primaria para todos, una enseñanza secundaria y universidad no para los ricos, sino para los capaces, sean ricos o pobres. Durante los años republicanos en paz se produjo un esfuerzo sensacional por modificar la sociedad a través de la educación y la cultura. Con el levantamiento militar contra la República se inició un profundo retraso: cerrar escuelas, matar a maestros, quemar libros, etc.

Con la victoria de los sublevados y la consolidación de la dictadura franquista se produjo un profundo retroceso en toda la sociedad, también en la escuela. No hay más que recordar las palabras del teniente coronel Ricardo Alonso Vega al entrar en Olot con el ejército vencedor en febrero de 1939: “… a los otros, a los del «hecho diferencial», nuestra notificación de que han sido vencidos por la fuerza de las armas, y que si no quieren ser hermanos de los otros españoles las impondremos la ley del vencedor, porque nosotros, los combatientes, al terminar la guerra en Cataluña damos también por terminados y para siempre los hechos diferenciales”

Más de un 15% de los maestros se fueron al exilio. Por otra parte, la actuación de las comisiones depuradoras establecidas en todas las capitales provinciales para juzgar a los maestros. A estas comisiones podía ir libremente cualquier persona para denunciar a los maestros sin tener que demostrarlo. Los castigos impuestos a los maestros de la provincia de Barcelona fueron los siguientes: Separación/Inhabilitación absoluta 15,46%; Suspensión o inhabilitación temporal 1,99%; Traslado de localidad 11,00%; Inhabilitación para cargos directivos 2,12%; Otros 1,82%.

Los castigos más graves fue la expulsión del magisterio. Los no expulsados fueron castigados por un período de 1 a 5 años, destinados siempre a una población más pequeña de la que trabajaban. En el caso más grave se les destinaba fuera de Cataluña y no podían acudir a una provincia vecina a Cataluña; en un nivel menos fuerte eran destinados dentro de Cataluña, pero fuera de la provincia en la que trabajaban y en el caso eran destinados dentro de la provincia, pero siempre a una población más pequeña de la que trabajaban.

Mientras, el gobierno franquista convocó un concurso para llenar el vacío de maestros dejado por la guerra y el exilio (25 marzo 1939). Estos fueron los criterios de selección: Ser mutilado como consecuencia de la actual guerra, siempre que la mutilación no imposibilite el ejercicio de la enseñanza. Ser herido en la actual campaña, siendo preferido, dentro de este orden, lo que mayor número de heridas demuestra haber sufrido. Haber prestado servicios militares, como combatiente, en la actual guerra. Haber sufrido vejámenes en la persona del solicitante, por parte de los rojos. Ser familiar de un muerto o mutilado en esta campaña hasta el segundo grado de parentesco por consanguinidad o afinidad. Dentro de este orden se prefiere el que haya perdido mayor número de familiares. Dentro de los mismos grados de parentesco, haber perdido mayor número de familiares por asesinato de los rojos o a consecuencia de su barbarie. Tener actualmente prisionero o mutilado por los rojos, algún familiar, dentro del parentesco señalado.

Por otra parte, todos los maestros tuvieron que participar en un curso de formación en las capitales provinciales. Se trataba de realizar un lavado de cerebro e incorporarlos a la nueva “España Una, Grande y Libre”.

En Gerona el curso constó de cuatro grandes temas, divididos en seis lecciones: 1) La religión (Que es la Religión?. Superioridad de la religión cristiana sobre las religiones de tipo oriental o panteísta o sobre las de tipo griego o antropomórfico); 2) La Patria (La unidad romana y la unidad visigótica; la unidad forjada durante la reconquista; la unidad imperial. Los Austrias. La unidad estremecida en la guerra de la Independencia. Unidad y sentido del arte español. Unidad y sentido del pensamiento español); 3) El Hombre (Nociones sobre el cuerpo humano y, en especial, sobre su sistema nervioso i 4) El Maestro (Jesucristo divino pedagogo) En este apartado se afirmaba: Cristo es el único maestro. Sigamos sus enseñanzas y así aprenderemos a conocer que fue un gran patriota e, imitándole, seremos otros patriotas, acatando por amor, como debemos, a nuestra patria, que llevó su civilización a veinte naciones, a las que dio también un hermoso idioma, en el que tantos hombres cantaron a Dios y a la Patria.

Además, se publicaron catecismos patrióticos españoles para adoctrinar a los niños. Uno de los más notables fue el de Menédez-Reigada de 1939. Leyendo el texto de este catecismo queda claro el retroceso pedagógico en la escuela, No podía ser de otra manera si tenemos presente que cuando en el catecismo se preguntaba ¿Cuales son los enemigos de España? La respuesta era: El liberalismo, la democracia, el judaismo, la masonería, el capitalismo, el marxismo y el separatismo. Y, claro, después de esa contundente respuesta se preguntaba ¿Y qué es el separatismo? Pues El separatismo es como un parásito que nace y crece cuando la nación se debilita.

Las futuras maestras recibían formación con textos de Pilar Primo de Rivera, la hermana del fundador de Falange, el partido único de la dictadura. He aquí un texto muy significativo: Las mujeres nunca descubren nada; les falta, desde luego, el talento creador, reservado por Dios para inteligencias varoniles. Nosotras no podemos hacer nada más que interpretar, mejor o peor, lo que los hombres nos dan hecho; la vida de toda mujer, a pesar de cuanto ella quisiera simular, o disimular, no es más que un eterno deseo de encontrar a quien someterse.

Jaume Anglada Rodellas
Una breve biografía hecha por sus familiares

Solo hace falta leer esta primera entrada, la del dieciséis de septiembre de 1933, del Diario de la Escuela de Casserres, Curso 1933-34, Para captar el entusiasmo, la convicción y la confianza en la pedagogía activa que profesaba Jaume Anglada Rodellas, el maestro de la escuela unitaria de Casserres entre 1931 y 1938 y que sería dos años más tarde falsamente acusado, juzgado, encarcelado y finalmente depurado por el régimen franquista. ¿Por qué? Pues por su decidido compromiso ideológico con la República y por haber sido el alcalde de Casserres en tiempos de la guerra civil, esto es, desde octubre de 1936 a octubre de 1937.

“He contado hasta quince chavales. He sabido que a muchos otros les iba mayor empezar en sábado y no vendrán hasta el lunes. Quizás he tenido demasiada puntualidad, pero he cumplido en el deber. Hemos realizado limpieza general. La cosa está ya a punto de solfa. He encontrado a los chicos tan voluntariosos como siempre. Me he pasado el tiempo enseñándoles a limpiar cosas limpiándolas. Enseñar a hacer es una de las partes primordiales de la enseñanza y de esta escuela. Quiero que sea la escuela más cuidada del mundo. ¿Por qué lo veo todo de color rosa? No hay por dónde pasar: la escuela debe enseñar a hacer, enseñar a pensar y enseñar a ser buenos. Con este triplete formidable por hito quiero triunfar. ¿Cómo? ¡Con optimismo!

Sin embargo, más allá de verse implicado en un proceso judicial del que sería exonerado más tarde y de ser castigado por ser maestro republicano, a lo largo de los años cincuenta y parte de los sesenta se dedicó, sin embargo, a menudo de forma clandestina, al único oficio que conocía y vivía a fondo: maestro de escuela. Durante 12 años tuvo que diversificar su maestría con clases en la escuela religiosa la Salle de Manlleu, clases particulares en masías de la comarca, donde llegaba en bicicleta, clases de noche en la casa propia de Sant Hipòlit de Voltregà y también clases de verano que reunían a numerosos chicos y chicas de todas las edades que intentaban completar la escuela oficial de entonces. Las enseñanzas impartidas entonces por el «Sr. Jaume» todavía hoy, en 2023, son recordadas por muchos voltreganeses y manlleuencs como enseñanzas innovadoras y diferentes. En 1963, y tras pedirlo reiteradamente, fue rehabilitado para el ejercicio del magisterio nacional en las escuelas públicas del país. En esta nueva etapa enseñó en una escuela fuera de la provincia de Barcelona, la escuela Malagrida de Olot, primero, y en la escuela unitaria de la Gleva -población de donde él era natural- después, hasta que se jubiló a la edad de 70 años.

Recordemos al maestro republicano de Casserres que en 1933 formuló por escrito y practicó el principio de que “la escuela debe enseñar a hacer, enseñar a pensar y enseñar a ser buenos”, leyendo fragmentos extraídos de su luminoso y excepcional Diario.

“Me aparto un buen lunes. Vienen 35 chicos. Todo el mundo va limpio y peinado. Hoy estrenamos un jarrón por flores. Este era un detalle que le encontraba bastante a carecer. Controlo las salidas. Evidentemente, es algo de importancia. No es posible dejar a los niños ni un momento si queremos impregnarles algo más que la materialidad de la enseñanza. Formación moral. Cosas ejemplares. Formación de la conciencia.”

“Se empieza a trabajar con júbilo a pesar de ser una escuela unitaria. Todo el mundo hace su camino. Es muy preciso acostumbrarles a trabajar solos y hacerles sentir el halago dulce pero comprometedor de la responsabilidad. La escuela también debe hacer esto: hacer sentir la responsabilidad en todos los rasgos de la vida. Ponemos en el libro una redacción de la fiesta de la raza. Y algunos cuentos más. Cada uno según sus aficiones. Les recomiendo que los grafíen. Lo hacen con gusto. Les leo el capítulo de “Estampas de España” que es una delicia. Hacemos ejercicios de compases y cantamos.”

“Encuentro a 47 niños. Muy pronto ya juegan al abrigo de la escuela. ¡Es que la quieren! ¡Mejor! Les cuento una pequeña historieta con un fondo moral. Todos los días lo mismo y cada día nuevo. El trabajo de la gotita de agua que deshace todas las montañas.”

“Hemos salido al recreo todos. Después hacemos un ejercicio de ortografía fácil para los más pequeñines y para los medianos. Hemos puesto trabajo de casa, aritmética. Hemos cantado un poco y he hecho observaciones para venir, que miraré el cuello y las orejas de cada uno. ¡Que vayan con cuidado que alguno le haremos lavar delante de todos!”

“Llueve y pocos chicos: 40. Miremos la limpieza y nos entregamos a la aritmética. ¿A qué se debe que aquí la aritmética flota por encima de todo? Es lo que más me aprenden y aún no sé porqué. Hacemos rotos y otros ejercicios. No salimos al ocio y nos calentamos bien. Luego leemos todos. Y mientras algunos -los mayorcitos- ponen en limpio una letra de cambio. Otros copian y otros hacen una cartilla invitando a una feria. Todo el mundo trabaja en el mismo compás. También charlan. Por algo hoy la cosa está nublada.”

“Preparamos unas felicitaciones. Nos lo aunamos nosotros mismos. Nada de comprar postales ni nada en ninguna parte. La misma escuela tiene suficientes fuerzas para inventar algo. Un papel blanco doblado, un envelo, unos dibujos y una felicitación. Nada más que cosas esmeradas. La escuela no debe hacer más ni menos de lo que puede hacer. Ahora que esto será muy exclusivo de los niños. Veremos qué saldrá de aquí”

“Seguimos alto por alto el horario. Repasan en aritmética cosas conocidas que todos realizan bien. Problemas prácticos. Nos ponemos con los bien peinados. Hay alguno que no cuida suficientemente. Salimos al recreo. Luego les hablo de Macià el patriota virtuoso amigo de los niños y de los humildes. Cuento su historia, etc. Doy datos de su entierro jamás superado. Todos están interesados. Leemos. Hacemos lectura mecánica todos. Me cuentan lo que han leído en casa.”

“Vienen hoy dos chicos nuevos. Se llaman Mir y son hermanos. Asisten 45 muchachos, a pesar de que todavía tengamos alguno enfermo. A la llegada hacemos un grupo de reflexiones versadas con la higiene. Gente limpia, gente viva.”

“Después hacemos leer a los chicos mientras los mayores preparan unos capítulos que después comentaremos. Más tarde leen con voz alta. Estoy bien hoy por leer. Quiero encomendarles la afición a la lectura de todas pasadas. Ponemos trabajo de casa. Lo copian bien. Versa de gramática. Luego cantamos y ya me parece más afinado. Nada más.”

“Hemos dedicado esta tarde del jueves a ir de excursión a la fuente “Vella”. Han asistido 41 muchachos. Han cantado, han gritado, han estado contentos. Da gusto ir con este grupo de chicos. Rulan de una manera maravillosa. Hemos dado clase en el campo y hemos jugado hasta sudar a fútbol. Hemos merendado con hambre. ¡Qué buena menestra trae todo el mundo! Nadie se ha cansado. Ni esos chicos de cuatro y cinco años. Se puede ir con esta chiquillería hasta el fin del mundo. ¡Hemos pasado una tarde feliz! Hacía un día espléndido.”

“Descubro una carta de un momento interesante de un chico a una niña. Es sencillamente admirable y también es admirable el chaval, Joan Reig. Comento la carta sin importancia y río feliz, auguro otras cartas cuando será mayorcito. ¡Uno que se parecerá a mí! Por algo es mi secretario.”

“Veo a 41 muchachos. A primera hora bolsa de cromos. Llegan al colmo pero esto no pierde interés y debe cultivarse. Las aficiones, las sanas aficiones de los chavales deben dignamente aplaudir. Encuentro en mí pues el más eficaz colaborador. Hacemos trabajo. Leemos todos. Es preciso leer a pesar de leer mucho. Salimos al recreo. Hay juego de rescate y encauzamiento de flores. Algunos -hay que mencionar- tienen buena afición. Luego hacemos un dictado que no nos sale del todo mal. Nos sobra tiempo y lo empleamos para realizar trabajos atrasados. A esa hora escribo estos apuntes. Cantamos y salimos.”

“Esta tarde hace viento 50 chicos justos. Las mesas ocupadas. Siempre debería tener esa asistencia, nada menos. Algunos terminan trabajos atrasados. Con los demás y en particular con el primer grupo hacemos lectura por secciones. Después la comentamos y explicamos palabras no comprendidas. Vamos al recreo. Después hacemos una lección de Hª titulada “Los Romanos”. Pido si la quieren en catalán o castellano. Al unísono me dicen que en catalán. Pongo trabajo de casa. Pido utensilios para las demostraciones de mañana. Cantamos y repartimos libretas.”

“Les doy un prospecto o programa con las bases para intervenir en un concurso sobre Hª de Catalunya. Parece que les ha interesado. Hacen un problema de compañía, etc. y lo ponen en limpio. Ponemos trabajo para casa. Después cantamos casi desafinado y salimos. Pero hago quedar a dos muchachos que quieren dar leña a un compañero. Controlo la salida.”

“Sólo 31 muchachos. La asistencia mengua. Ha empezado a hacer muy bueno y la gente se lleva los niños en los campos. Es bastante sensible, pero es así. El pueblo eminentemente agrícola aprovecha todos los brazos para el trabajo de los campos en ese tiempo.”

“Han asistido 41 muchachos. Han seguido trabajando en el cometido comenzado ayer relacionado con la lección de Geografía. Hemos hecho una leccioneta ocasional de presentación del diccionario general de Pompeu Fabra que desde hoy ya poseemos. Manejo del diccionario y utilidad del diccionario, el libro de todos los libros más necesario.”

“Estamos todavía bajo la influencia del gran fuego de ayer y nuestra clase de hoy versará sobre el mismo. Hemos leído un artículo hablando de un incendio. Hemos hablado del nuestro de ayer. Consecuencias. Dentro de la desdicha, la suerte, causas. Solidaridad humana. Los bomberos, etc. En resumen, hemos hablado de este accidente desde todos los puntos de vista. Me han escuchado bien gratamente, ahora empezarán su redacción hablando y escribiendo del mismo. Veremos qué va a resultar. Soy partidario de una forma decidida de aprovechar en la escuela de estas grandes cosas de la vida. La escuela nos debe preparar para la vida, debe exudar y reflejar lo que pasa fuera de ella. Creo pues bastante en estas lecciones ocasionales.”

“A las doce de este mediodía llega el Inspector. No sabíamos absolutamente nada. Me ha alegrado de que haya venido así. Hemos visitado el local-escuela antes de comer. Le ha gustado mucho. Lo ha visto todo en lo natural después de dos años de funcionamiento. Antes de comer tenía el inspector en el bolsillo. Parecía que fuéramos amigos de toda la vida. Incluso en política nos hemos entendido. Por la tarde ha ido a la escuela conmigo. Quiero felicitar a los niños. No ha fallado ningún resorte porque nuestra escuela no es ninguna mentira. Hemos triunfado la primera vez en recibir en nuestra vida profesional que nos ha visitado la superioridad. Buena nota y algo más. Hoy me han dicho que yo era maestro. Nada más.”

“Los días que carecen para terminar el curso escolar les dedicaremos a la final confección del libro escolar: poner las tapas, hacer el prólogo y epílogo, etc. La lección de hoy, puerta de geografía del mundo. Más que nada, la confección de un mapa de una de las partes del mundo. Trabajan todos. Les dejo unos mapas del atlas de Vila que están muy bien hechos. A las 11 salimos sin novedades.”

“37 muchachos a pesar del fuerte calor que se deja sentir. Siguen construyendo las tapas de los libros. Los más mayorcitos ayudan a sus compañeros más pequeños a la confección de las portadas. Todo el mundo pone su esfuerzo y su granito de arena. Esto tan pequeño ha hecho que vinieran con esta fe hasta esa fecha que en otros cursos no vemos ninguna. Estamos contentos. Este ha sido el resultado más bonito del curso que vamos a terminar. Ponemos trabajo de casa y salimos.”

“34 niños. Aún siguen viniendo. Parece mentira. Y es que nuestra escuela es más que algo serio. Hoy hacen limpieza de mesas, cajones y tinteros. Es preciso dejar todas las cosas bien dejadas. Salimos al recreo. Juegan a la sombra. Hacemos lectura con todos, principalmente con los más mayorcitos. Después no dejamos de lado la aritmética haciendo unos ejercicios que corregimos en la pizarra. Volvemos a hablar del comportamiento durante las vacaciones. Que recuerden que se deben y son hijos de esta escuela.”

Diario anecdótico

Anglada Rodellas, Jaume. Diario anecdótico [sic]. Curso 1933-34. Escuela de Casserres. Fondo para la Historia de la Educación (Universidad de Girona)

La historia de la escuela de Casserres

La escuela pública de Casserres comienza en 1928 cuando se propone la construcción de unas escuelas, aunque la iniciativa no encontró en aquellos momentos ningún tipo de apoyo ni por parte del Ayuntamiento ni del pueblo. En las elecciones del 12 de abril de 1931 salió elegido alcalde de Casserres Antoni Casals Postils (1891-1989), conocido como Ton del Cal Serra, con ideas republicanas y de izquierdas. Nada más entrar en el Ayuntamiento recupera la idea de construir unas escuelas públicas. La ayuda le llega de Marc Viladomiu, propietario de la fábrica de la colonia Guixaró, que le ofreció pagar el edificio a cambio de que el Ayuntamiento pusiera los terrenos. Las escuelas se inauguraban el 28 de agosto de 1932, coincidiendo con la Fiesta Mayor, con el nombre de Marc Viladomiu, que es proclamado hijo adoptivo y predilecto de Casserres. ¡Las escuelas y las casas de los maestros se habían construido en sólo seis meses!

Hasta el año 1957 la escuela contó con dos aulas, una para los niños y otra para las niñas, separadas por un aula en medio destinada a biblioteca. En 1965, ante el creciente número de alumnos, el Ayuntamiento solicita la ampliación con más aulas, así como un comedor con su cocina y otra casa para los maestros. No es hasta 1989 que se logra una nueva ampliación y se construye un segundo piso sobre las dos alas laterales. Las obras se inauguran el 13 de mayo de 1990. Durante el franquismo, la escuela había perdido el nombre de Marc Viladomiu para pasar a llamarse Escuela Comarcal Graduada Mixta, pero con la recuperación del régimen democrático, queda sin nombre oficial y pasa a denominarse CP Casserres.

No es hasta 1991 que el Departamento de Educación de la Generalitat sugiere al centro poner un nombre propio a la escuela. Se proponen varios nombres que se someten a votación en el consejo escolar y se aprueba, por mayoría, el nombre de CP Princesa Láscaris.

Así, el nombre de Princesa Láscaris hace referencia a Lucrecia de Ventimiglia Láscaris, que se casó con el conde Arnau Roger I del Pallars. Lucrecia era hija de Eudoxia Láscaris, perteneciente a la familia real de Nicea, del imperio bizantino. Casada en 1261 con el conde Guillermo Pedro de Ventimiglia, se marchó de Italia con sus cinco hijos para ser acogida en la corte de Jaime I. Por las crónicas de la época, se conoce que la princesa Láscaris hizo estancia en Casserres de camino hacia el Pallars para casarse con el conde de este territorio.

EL PROCESO DE TRABAJO

Después de varios contactos desde Casserres con Murs de Bitàcola para ver si podíamos hacer un proyecto juntos, fue finalmente a través de una iniciativa de la AFA que pudimos coincidir. Cuando recibimos el encargo, enseguida nos desplazamos para realizar un encuentro para que nos facilitaran las fotografías históricas y sobre todo para consensuar cuál era el foco del proyecto, cuál era la historia que querían contar.

Cuando hicimos este encuentro vimos un conjunto de fotografías del pueblo y de la escuela y pudimos ver también el dietario del profesor Jaume Anglada. Después de que nos contaran su historia, este episodio despertó nuestro interés y nos pareció que era una temática muy interesante a la que valía la pena profundizar y que casaba muy bien con la línea de Murs de Bitàcola,el tipo de contenidos y de temáticas que nos gusta tocar. Por este motivo, nos desplazamos a la Universidad de Girona a ver los dietarios presencialmente y empezamos a trabajar en este aspecto.

A la hora de preparar los diseños, contamos con la generosidad y facilidades de la familia Anglada, que nos cedieron las fotografías históricas. Planteamos varias propuestas, algunas trabajadas a partir de las fotografías que nos había facilitado la AFA y otras propuestas hechas con las imágenes de la familia Anglada. Si bien para nosotros esta última temática era muy interesante para focalizarnos en ella, teníamos claro que la decisión debía ser tomada por la comunidad educativa y la AFA de Casserres, dinamizadores del proyecto y, sobre todo, quién debe disfrutarlo todos los días. Más allá de cuál fuera la imagen escogida, en todas las propuestas intentamos trabajar con los colores que nos son habituales, pero dándoles un punto vibrante y vivo que nos parecía idóneo y necesario para la ubicación del mural, un espacio lúdico como es el patio de una escuela.

La ejecución fue compleja, puesto que programamos el proyecto en el mes de enero, con muy pocas horas de luz y mucho frío. Para colmo, algunos obstáculos de salud nos obligaron a detener la intervención y reanudarla unos meses más tarde. A pesar de todos los contratiempos, tanto las dimensiones del muro como, sobre todo, la hospitalidad y generosidad de la escuela, la AFA, el Ayuntamiento y todo el mundo con quien hemos trabajado han hecho que este haya sido un proyecto muy bonito y del que hemos disfrutado mucho. Compartir el espacio con los niños durante toda la semana y que estos se acercaran a hacernos preguntas y acercarse al arte urbano, así como su expectación —¡especialmente para saber cuándo se pintarían las ovejas!— viendo la evolución del mural ha sido un valor añadido durante los días de trabajo y nos ha reforzado los objetivos de nuestro proyecto.

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